
Cada 15 días la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) realiza actualizaciones respecto a los pronósticos del evento El Niño, y en su último informe confirmó que todas las condiciones están dadas para que esta situación comience en breve.
La anomalía de temperatura de agua de mar se presenta por encima de los niveles medios, superando 1 °C los parámetros normales. Esta condición es necesaria para la presencia del evento El Niño, pero no es suficiente, ya que para hablar de la consolidación del evento se necesita que esta característica se mantenga durante varios meses.
La mayoría de los modelos meteorológicos de largo plazo, incluido el modelo de referencia de Meteored, el ECMWF, coinciden en la presencia del evento El Niño a partir de la primavera del hemisferio sur, lo que comenzaría a promover el incremento del nivel de lluvias en gran parte de la porción central y norte del país, con un gradiente de aumento oeste-este.
Esta situación estará motivada por el aumento en el nivel de ingreso de humedad proveniente desde el norte de Argentina, abarcando zonas de Paraguay y Brasil, lo que promovería un significativo incremento en el nivel de lluvias sobre esa región en particular.
Una de las primeras consecuencias que deberían observarse es un aumento en los niveles del río Paraná, que, debido al incremento de las lluvias en la cuenca, mejoraría sustancialmente el nivel de río en toda su extensión, con un aumento progresivo de norte a sur.
¿Qué sería esperable durante septiembre?
Según el modelo ECMWF, la tendencia de lluvias superiores a los promedios en el mes de septiembre se sigue sosteniendo, según la última actualización de agosto, que es consistente con respecto a lo que se venía observando en los meses previos.
El núcleo más destacado sigue siendo el noreste argentino, abarcando las provincias de Corrientes, Misiones, este de Formosa, este de Chaco y norte de Entre Ríos como zona que presenta la mayor probabilidad de aumento de las lluvias.