
El mundo produce plástico a una escala descomunal. Tal es la magnitud, que se ha transformado en uno de los contaminantes más importantes del suelo, el aire y los océanos. Mientras los países del mundo trabajan para tener un tratado de eliminación de este material para 2025, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) dedicó este año, en el Día Mundial del Ambiente, a esta problemática bajo el lema: “Por un planeta libre de plásticos”.
En 2015, el 60% de todos los plásticos producidos ya habían llegado al final de su vida útil y habían sido desechados.
Así lo indica un reporte realizado World Wildlife Fund (WWF) y trae otra mala noticia: a nivel global, menos del 10% de los productos de plástico se reciclan. Aunque su vida útil puede ser corta, los productos de plástico pueden persistir en el medio ambiente durante décadas, o incluso siglos.
“Las estimaciones varían mucho, pero se cree que hasta la fecha se han acumulado en el océano entre 86 y 150 millones de toneladas de residuos plásticos. Y el problema no hace más que agravarse, ya que cada día fluye más plástico hacia el mar: se calcula que en 2016 entraron en el océano y otros ecosistemas acuáticos 11 millones de toneladas de residuos plásticos”, agrega el reporte.
El mismo organismo estimó que en 2021 se comercializaron 369 millones de toneladas de plástico en todo el mundo. Esto llenaría “más de 18 millones de camiones”, o se formaría una “cola que da vuelta 13 veces alrededor del mundo”. Según Plastic Europe, ese mismo año China produjo casi un tercio de todos los plásticos procedentes de la polimerización y el reciclado. Estados Unidos, el mayor consumidor per cápita del mundo, encabeza las exportaciones de plásticos primarios junto con la Unión Europea, Corea del Sur y Arabia Saudita. No se mencionó aún, pero estos materiales son todos derivados de la industria petrolera.
Reciclaje y economía circular
Como se dijo, a pesar de los esfuerzos y del lobby de la industria que promueve los plásticos por ser reciclables, apenas el 10% de estos residuos se recupera. Si se tiene en cuenta además, que del total de la producción mundial 60% se descarta, estos números aparecen como mínimos. Es decir: no alcanza con reciclar botellas y tapitas.
“A pesar de los esfuerzos, el reciclaje es insuficiente. La composición química de los plásticos solo permite una reciclabilidad limitada y finita, contrariamente a lo que sucede con otros materiales, como el vidrio o el metal. Los plásticos solo pueden reciclarse a lo sumo 2 o 3 veces, según National Geographic. “Esto quiere decir que no pueden ingresar infinitamente en la cadena de producción, y en algún momento serán descartados”, indica Clara Subirachs, coordinadora de Políticas Públicas de Unplastify.
“Creer que con la economía circular esto se va a solucionar es casi una utopía. Es necesario que se asuma la figura de la responsabilidad extendida del productor y que se pague por el tratamiento final de los productos que se fabrican. En este sentido, los países del hemisferio Sur debemos percibirnos, como en las cumbres de cambio climático o de biodiversidad, como acreedores ambientales. No sólo no tenemos las mismas responsabilidades de producción, sino que además, sufrimos las consecuencias”.