
La región aún continúa en un período neutral, pero se anticipa que a mediados de junio se instale con abundantes lluvias. Se prevé que sea un fenómeno moderado en un 60%, mientras que el otro 40% de los expertos anticipan un panorama crítico. Se trata de un evento con lluvias copiosas, tormentas, tornados, fuertes ráfagas de viento y altas temperaturas.
A la fecha, hay un 62% de probabilidad de que las condiciones de El Niño comiencen pronto, es decir, entre junio y julio, y se intensificaría los demás meses.
Según un comunicado de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), “la mayor variación que experimenta el sistema climático de la tierra en escalas de tiempo desde estacionales hasta anuales está asociada a las condiciones características de los fenómenos de El Niño y La Niña, que pueden afectar al tiempo y al clima en todo el planeta. Estas condiciones se alternan en un ciclo irregular denominado El Niño‑Oscilación del Sur denominado Enos”.
La OMM explica que “El Niño es un patrón climático de origen natural asociado al aumento de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico tropical. Se produce en ciclos que van desde los dos hasta los siete años, y los episodios suelen durar entre nueve y doce meses”.