
El 6,6% de inflación que ayer dio a conocer el INDEC impactó con fuerza en el Frente de Todos y, en especial, en la estructura del gobierno nacional, donde reconocen que se “está haciendo lo mejor posible” para controlar el aumento de precios, pero no logran tener certezas sobre cuándo se conseguiréá un quiebre brusco en la curva inflacionaria.
Hasta el martes a la mañana, en la Casa Rosada esperaban tener un número más cercano al 6%, por eso la realidad fue chocante cuando conocieron los datos en la tarde del martes. La inflación es un problema que asumen con naturalidad en el corazón del oficialismo donde aseguran que, en materia económica, “todos los datos son positivos menos los números de la inflación”. Sin embargo, no deja de ser el “gran problema” que condiciona al Gobierno.
El nuevo registro del INDEC no solo generó un impacto en el día a día de la gestión, sino que también desató un sinfín de especulaciones sobre los condicionamientos que genera en esta etapa de armado electoral. La falta de un candidato firme, la espinosa interna palaciega y el aumento descontrolado de precios son las principales trabas que el Gobierno encuentra por delante.
El 6,6% pegó con fuerza en la dirigencia del peronismo que apunta a Sergio Massa como el mejor posicionado para ser candidato a presidente. Pese a que el ministro de Economía repite en todas las reuniones que no será candidato este año, gran parte del peronismo apuesta a que, en la antesala del cierre de listas, defina competir.