
Según quedó en claro en las últimas horas, los técnicos del FMI que están presentes en el país para concretar el primer encuentro del año con funcionarios argentinos; se concentrarán en la revisión, control y fiscalización de los datos monetarios, financieros y macroeconómicos del período 2022. Y no con la estrategia del Gobierno para 2023.
La intención de los visitantes sería la de confirmar que Argentina cumplió con las metas de déficit fiscal, emisión monetaria y reservas en el Banco Central pactadas para 2022 y revisar exhaustivamente los objetivos logrados y fallidos en el ejercicio pasado. Y, obviamente, lanzar algunas proyecciones para 2023, pero de manera genérica. Esto es, insistir en el tema inflacionario, monetario, tasas de interés, proyectos que no avanzan como el revalúo y la segmentación plena y la tradicional crítica sobre la falta de ajustes reales.
Pero no sería deber de los enviados del FMI avanzar ya con las observaciones sobre las medidas que el Gobierno esté tomando en este primer trimestre del año. No es que no estén en agenda, sino que por cuestiones hasta protocolares, estas conversaciones se reservan para el primer encuentro formal y oficial del Fondo con Argentina para negociar el año, programado esta vez para la Asamblea Conjunta del FMI y el Banco Mundial de Primavera, que nuevamente se organizará en Washington en abril.