
“Con la viva voluntad de favorecer la propuesta de renovación de la institución”, la Santa Sede informó en un comunicado que un “comisario extraordinario” reestructurará la organización y hará una “revisión” de las normas internas luego de las quejas de los trabajadores por el trato. Para la labor, fue elegido el italiano Pier Francesco Pinelli, licenciado en ingeniería surgido del ámbito del voluntariado.
En el escrito, se mencionó que no se encontraron pruebas de mala gestión financiera o conducta sexual inapropiada pero “sí se evidenciaron otros temas importantes y áreas de atención urgente”, como “deficiencias reales” en la gestión que “perjudicaron gravemente el espíritu de equipo y la moral del personal”.
A principios de este año, Francisco encargó una evaluación sobre el ambiente de trabajo en el Secretariado General de CI en “consonancia con los valores católicos de dignidad humana y respeto por cada persona”. El estudio fue realizado por un panel de expertos independientes, quienes dialogaron tanto con los empleados actuales como con los antiguos colaboradores.
“De este trabajo en equipo no surgieron evidencias sobre mala gestión financiera ni comportamientos inapropiados de carácter sexual, pero sí se evidenciaron otros temas importantes y áreas de atención urgente. Se observaron deficiencias en los procedimientos de gestión, que también tuvieron un efecto negativo en el espíritu de equipo y la moral del personal”, aclara el documento.
Por otro lado, se informó que el nuevo “comisario extraordinario” estará acompañado por el cardenal filipino Luis Tagle y enmarcará su trabajo en el ámbito del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, entidad que erige y supervisa las asociaciones internacionales de caridad y los fondos constituidos con los mismos fines.