
La primera ministra británica, Liz Truss, renunció a su cargo un mes y medio después de llegar al poder, jaqueada por crecientes pedidos de dimisión de su propio Partido Conservador luego de que su política económica hiciera tambalear a los mercados.
“Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui electa por el Partido Conservador”, dijo Truss, de 47 años, en la puerta de su residencia oficial, un día después de afirmar que era una luchadora y no alguien que se rendía.
Un frustrado plan económico presentado por el Gobierno el mes pasado causó inquietud en los mercados y una crisis política que incluyó el reemplazo del ministro de Finanzas, varios giros de 180 grados y un quiebre de la disciplina en el partido gobernante.
Truss dijo que su agrupación elegirá a su sucesor en un nuevo proceso de votación interna que será organizado de aquí al final de la próxima semana.