
Posaba como una comunidad terapéutica con sedes en Florencio Varela, Córdoba y Berazategui, pero -según la Justicia- convertía en esclavos a los adictos que pagaban hasta 60 mil pesos mensuales para tratarse allí, viviendo en condiciones infrahumanas, castigados a la intemperie en corrales similares a chiqueros, sin ningún tipo de habilitación oficial, un dato confirmado por la SEDRONAR.
Marcelo “Teto” Medina fue también arrestado, acusado de ser el principal reclutador de La Razón de Vivir. Lograba que reconocidas figuras grabaran videos para apoyar a la organización, daba charlas anunciadas por municipalidades junto a Zelaya en el interior del país. “Teto Medina trabaja para mí”, dijo el presunto líder a una mujer que buscaba internar a su hijo en el lugar, en una escucha telefónica que es parte del expediente que investiga el fiscal Daniel Ichazo.
Sobre el Teto Medina y su arreglo monetario comentó que “Es un tipazo, daba charlas motivacionales, yo lo contacté por las redes. Venía los días martes. Le pagaba hoy en día entre 10 o 12 mil pesos el día. Por cada chico que llevaba, se agarraba la mitad con el operador. Si eran 4 mil se llevaba cada uno 2 mil junto al coordinador. Yo lo tomo como una persona de mi familia. Él venía a dar charlas motivacionales, no tenía relación de dependencia conmigo”.